La escritura en plain text es una modalidad de producción que busca priorizar la escritura en sí y separarla de las cuestiones de formato: las decisiones tipográficas, el manejo de la bibliografía y la elección de algún tipo de estilo de citas. Hay muchos caminos para empezar: yo empecé con Markdown, un lenguaje simple que se aprende en diez minutos. Los archivos guardados en este formato pesan muy poco y son, por definición, multiplataforma: cualquier sistema operativo puede abrirlos, editarlos, y guardarlos. En general, para eso se usan editores de código, como Emacs, Vim o Sublime Text (es el que yo uso). Estos editores son versátiles y permiten operaciones diversas gracias a un amplio mundo de “paquetes” que se pueden instalar fácilmente. Finalmente, Pandoc es la pieza clave: se encarga de los formatos: tipográficos y de diseño, bibliografía, y estilo de citas. El único desafío que presenta Pandoc es que un programa de línea de comandos, pero una vez superado el temor inicial se vuelve una herramienta no sólo imprescindible sino también muy fácil de manejar. Permite convertir a un archivo .md en otro .html, .pdf (vía LaTeX), .epub, .odt, .docx, etcétera.