El presente trabajo aborda el desafío que la temporalidad democrática presenta para la política económica de una sociedad ordenada. Me refiero por ello a los incentivos que las elecciones periódicas crean en nuestros representantes, que los llevan—en ocasiones—a tomar decisiones equivocadas o postergar decisiones correctas. Si bien es un problema que existe en todo el mundo, en algunos países de América Latina perece especialmente agudo. Abordarlo supone mapear infraestructuras institucionales formales e informales que lidian con este problema en perspectiva comparada. También supone ejercitar la imaginación constitucional para ver cómo esas experiencias pueden ayudarnos a resolver el problema de fondo. El trabajo sigue una estrategia inductiva, partiendo de una serie de problemas sistémicos—especialmente agudos en algunos países de América Latina—que son causados por dinámicas propias de la democracias. Luego se abordan soluciones de derecho comparado que suponen cierta restricción de la democracia desde puntos de vista constitucionalistas. La última sección imagina soluciones expansivas de la demoracia, que parecen más prometedoras en un contexto de crisis de elites como el de los últimos años.